Conoce los trucos para dejar la cocina reluciente

Dale vida a tus hornillas, hornos, superficies y campanas extractoras

¿Las manchas de grasa y los derrames carbonizados se acumulan alrededor de tus hornillas? ¿Tu campana extractora no funciona como antes? Ten a la mano esta guía para recuperar las zonas olvidadas de tu cocina.

La recomendación habitual es que limpies tu cocina a diario, después de cada uso. Sin embargo, ya sabemos que del dicho al hecho hay un largo trecho. Por lo general, suelen pasar días (y a veces semanas) antes de que decidamos hacer una limpieza profunda y darle mantenimiento a lo que sea necesario. En esta nota, descubre los trucos para devolverle vida a tus hornillas, hornos, superficies y campanas extractoras de forma práctica y efectiva.

Limpieza y mantenimiento por tipo de cocina

Cocina a gas

Primero, retira las parrillas y las hornillas, y luego rellena las salidas de gas con papel periódico. A continuación, esparce una mezcla de vinagre blanco y jugo de limón en partes iguales sobre la superficie. Deja reposar por 10 minutos y retira la suciedad con un paño húmedo.

Si las hornillas no encienden o no funcionan correctamente, podría significar que hay sarro o humedad acumulados. En ese caso, puedes utilizar un alambre para destapar los conductos. Para ello, coloca cinta aislante en un extremo firme y delgado del alambre, e introdúcelo por el agujero de la salida de gas para raspar.

Cocina a eléctrica (con vitrocerámica)

Si quieres retirar manchas leves, una mezcla de agua y jabón será suficiente para humedecer los restos de comida y posteriormente retirar con un paño húmedo. Si hay alimentos pegados al vitrocerámico, usa una espátula para rascar la superficie, pero sin hacer demasiada presión. Al final, utiliza un producto de limpieza formulado para placas vitrocerámicas para devolverle el brillo y pasa papel toalla para secar.

En caso de ligeras quemaduras, esparce una pasta hecha con 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio, 1 cucharadita de agua, unas gotas de vinagre y deja reposar entre 10 a 20 minutos, retira con una esponja y seca.

Cocina mixta

Suele combinar un horno eléctrico con hornillas a gas, y a veces también combina hornillas a gas con una placa vitrocerámica. Dependiendo del caso, usa uno o ambos métodos de limpieza mencionados anteriormente.

¿Cómo limpiar el horno?

Los hornos a gas o eléctricos se limpian de la misma forma. La diferencia es que el eléctrico debe desconectarse antes de que metas tus manos en él.

Para comenzar, distribuye una pasta con bicarbonato de sodio y agua en todo el interior. Déjala actuar durante 12 horas y luego retira la mezcla con un paño húmedo. En un atomizador, coloca una mezcla de vinagre y agua, y rocía donde veas que la pasta de bicarbonato no se ha desprendido. Limpia con un paño húmedo y, finalmente, enciende el horno durante 10 minutos para que seque.

Limpieza y mantenimiento por tipo de superficie


Melamine

Tienes algunas opciones: mezcla de vinagre blanco y agua en proporciones iguales, mezcla de detergente y agua, o cualquier producto líquido antigrasa o limpiavidrios. No utilices productos agresivos, ceras o aerosoles, pues dañarán la melamina y le quitarán su brillo.

Madera

Por ser un material especialmente sensible a la humedad, límpialo únicamente con un paño ligeramente húmedo y luego, seca. Si se trata de madera maciza, sigue el sentido de la veta de la madera. No utilices vinagre a menos que la madera haya sido sellada.

Si la madera comienza a mostrar algunas grietas, puedes usar cera de parafina o de abejas: derrítela en el horno microondas y mézclala con aceite mineral en proporción 1:4. Con ayuda de un trapo, extiéndela sobre la superficie, deja que seque por 30 minutos y frota con un trapo para pulir. Puedes realizar este procedimiento una vez al mes.

Cuarzo

Si se trata de una mancha de grasa, una mezcla de agua tibia con un par de gotas de lavavajillas, detergente o vinagre blanco será suficiente para limpiarla. Si hablamos de una mancha de colorante alimentario o de alguna fruta, mezcla 5 gotas de lejía con agua, y limpia suavemente con un paño.

Granito

Solo hace falta una mezcla de agua tibia y detergente líquido para limpiarlo. También puedes usar limpiadores específicos para granito. Solo recuerda evitar a toda costa productos ácidos, como el vinagre, pues podrían manchar o empañar la superficie. Si no has conseguido sacar algunas manchas de grasa, moja un paño de microfibra con una mezcla de bicarbonato de sodio y agua, y vuelve a limpiar.

También es muy recomendable que cada dos años verifiques el estado del sellado del granito. Para ello, echa unas gotas de agua sobre su superficie y deja reposar un rato. Si el agua permanece intacta, el sellado se encuentra perfecto. Si ha sido absorbida, es hora de volver a sellarlo.

Para volver a sellar el granito, líjalo con una esponja de pulido, comenzando desde los bordes. Después, limpia con agua y jabón, seca con un trapo y deja reposar durante 24 horas. Aplica de manera uniforme el sellador de granito con ayuda de un paño de microfibra. Deja secar por 20 minutos y aplica una segunda capa. Después de 20 minutos, dale brillo con un trapo seco.

Metal

Por lo general, las superficies metálicas de las cocinas están hechas de acero inoxidable. El mejor modo de mantenerlo limpio es pasarle una mezcla de agua caliente y jabón todos los días. Si hubiera manchas más difíciles, una esponja y un limpiavidrios podrán ayudar. Lo fundamental es que nunca utilices materiales ásperos, lejía o limpiadores agresivos, pues dañan el acero.

Para devolver el brillo, puedes emplear cera especial o también un producto casero: aceite de oliva. Echa algunas gotas sobre un trapo y frota toda la superficie. Deja reposar durante 30 minutos, hasta que el aceite hidrate bien el metal, y luego retíralo con papel toalla.

Campanas extractoras

Las hay de dos tipos: aquellas que tienen un ducto con salida al exterior (campana de extracción de humos) y aquellas que no lo tienen (campanas de recirculación). Las primeras tienen en su interior filtros de carbón activado que deben reemplazarse cada cuatro o seis meses, dependiendo de cuánto uso le des a la cocina. Las segundas utilizan filtros de poliéster que no necesitan un recambio tan frecuente.

En ambos casos, debes limpiar a conciencia las rejillas y los filtros, al menos, cada 15 días. Las rejillas pueden limpiarse en el caño, con agua y lavavajillas. Los filtros deben ser remojados en agua caliente con detergente, bicarbonato, vinagre o jugo de limón durante 20 minutos, y posteriormente, frotados con un cepillo.

El exterior de la campana debe limpiarse con una mezcla de agua tibia y jabón de forma diaria. Para el interior, llena una olla grande con agua y vinagre, conecta la campana y deja que la mezcla hierva durante media hora.

Ahora que ya conoces los trucos, pon manos a la obra y devuélvele el brillo y buen funcionamiento a tu cocina. Y a partir de ahora procura darle un mantenimiento constante y hacer de la limpieza, un hábito diario. Tu salud y la de los tuyos te lo agradecerán. ¡Y también tu bolsillo!

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