Aprende a identificarla y los pasos para repararla
Si la cuenta del agua ha llegado más alta este mes o sientes olor a humedad en una habitación adecuadamente ventilada, puede que te estés enfrentando a una filtración en las tuberías de tu hogar.
Una filtración no es un problema fácil de solucionar. Hablamos de una tarea que debe ser realizada por un especialista, pues implica herramientas de alto riesgo y una reparación de gran profundidad que, mal hecha, podría traer consecuencias inmediatas (como un daño mayor en las tuberías) o silenciosas y a largo plazo (como futuras filtraciones). No obstante, es importante que comprendamos a detalle cómo se reparar un problema de este tipo, a fin de que sepamos guiar y supervisar al profesional que contratemos.
Por lo general, responden a un desgaste que sufren las tuberías por el paso del tiempo, lo que provoca que poco a poco se comiencen a formar pequeños agujeros y fisuras. Otras veces, puede deberse a una instalación deficiente o al uso de materiales de mala calidad. En el peor de los casos, son ocasionadas por un atasco que haya hecho reventar las cañerías.
Aunque en la mayoría de casos es necesario realizar un corte de exploración en la pared para encontrar el foco de humedad, se puede conseguir mayor precisión utilizando un medidor de humedad, un aparato electrónico de venta en ferreterías que ayuda a determinar la procedencia de la fuga.
Para abrir espacio en la pared y reparar la filtración, es necesario usar un rotomartillo, una sierra caladora o, también, si quieres hacerlo de la manera más simple y manual, un cincel y un mazo. Para evitar daños colaterales al momento de picar, lo recomendable es que primero retires el tarrajeo de la zona donde se hará la reparación y solo después pases a picar con mayor profundidad hasta alcanzar el concreto o el ladrillo donde se encuentra la tubería.
Hoy en día, las tuberías más usadas en un hogar son las tuberías de plástico (PVC CPVC y PEX) y las tuberías de cobre. Sin embargo, en construcciones antiguas, aún pueden encontrarse tuberías de acero galvanizado e incluso tuberías de plomo (en este último caso, es imperativo cambiarlas, pues son perjudiciales para la salud).
Las tuberías de cobre se suelen usar para el abastecimiento de agua, mientras que las tuberías de plástico se usan para la evacuación de aguas residuales. Ambas tienen características muy similares y pueden combinarse sin problemas. Solo ten en cuenta que las tuberías de PVC no deben usarse para transportar agua caliente, pues pueden deformarse.
En primer lugar, es importante que al momento de instalar las tuberías utilices materiales durables y de buena calidad, evitando los productos piratas. Además, procura contratar a un gasfitero con capacitación adecuada.
También es crucial que le des un uso adecuado al sistema de cañerías. Principalmente, evita verter aceite usado de la cocina por el fregadero o tirar papeles por el wáter; no olvides retirar los pelos después de ducharte y haz lo posible para que los restos de comida no caigan por ninguno de los desagües. Tampoco dejes que químicos (pintura, aceite de motor o disolventes) entren en las cañerías. Además, una vez a la semana, echa agua hirviendo por el desagüe de la cocina para eliminar cualquier resto de grasa que haya podido entrar al momento de lavar los platos.
Por último, trata de realizar una revisión de tuberías como mínimo una vez al año (en caso de viviendas con más de 25 años de antigüedad, lo ideal será dos veces al año). Esta revisión debe hacerla un profesional. Implicará revisar todos los tubos que se encuentren a la vista y, con el uso de cámaras que ingresen a través de los desagües, examinar el estado de todos los conductos de agua interiores. Asimismo, habrá que comprobar que se cumplan todos los requisitos de una adecuada instalación de cañerías, como por ejemplo que la llave de paso esté en un lugar accesible y que las válvulas limitadoras de presión y las conexiones no presenten problemas. En caso sea necesario, el profesional a cargo deberá limpiar el interior de la red de agua con productos específicos, sustituir las piezas deterioradas y reparar los tramos dañados.
Para mantener las tuberías de casa en el mejor estado posible, la clave es la prevención; así que ocúpate del mantenimiento… ¡y despresocúpate de las filtraciones!
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